10
diciembre
Título original: Amarcord.
Año: 1973
Duración: 127 min
País: Italia
Dirección: Federico Fellini
Guion: Tonino Guerra, Federico Fellini
Reparto: Bruno Zanin, Pupella Maggio, Armando Brescia, Ciccio Ingrassia, Josiane Tanzilli, Magali Noël, Alvaro Vitali.
Sinopsis: Italia, años 30. Crónica de la vida cotidiana en un pueblo del norte de Italia durante el fascismo.
RESEÑA DE LA PELÍCULA – RAPAZ
“RECUERDOS”
Película dirigida en 1973 por Federico Fellini, uno de los grandes maestros del séptimo arte. El guion es del mismo Fellini y de Tonino Guerra poeta y uno de los mejores guionistas italianos, colaborador habitual de Michelangelo Antonioni y de Theo Angelopoulos. Con Fellini colaboró dos veces más: en “La nave va” (1983) y en “Ginger y Fred” (1986).
El director se rodea para la ocasión de alguno de los más prestigiosos profesionales del cine italiano, como el director de fotografía Giuseppe Rotunno, el diseñador de vestuario Danilo Donati, y el compositor Nino Rota, cuya partitura para “Amarcord” quedará siempre en la memoria de todos los amantes del cine.
En cuanto al reparto, la elección fue muy distinta; pues Fellini optó (salvo un par de excepciones) por actores no profesionales o, como mucho, procedentes de teatros de provincias o del music-hall sin contar en esta ocasión con sus actores fetiches, Marcello Mastroianni o su mujer Giulietta Masina. La elección fue muy acertada; pues logra crear una atmósfera “felliniana” diluyendo cualquier protagonismo individual.
El título “Amarcord” al parecer es un neologismo del mismo Fellini, que procede de la contracción “A m’acord” que es la forma en que se pronuncia “Io mi ricordo” (me acuerdo) en la región de Emilia-Romagna.
Aunque se rodaron exteriores en Anzio y en la propia Rimini (donde transcurre la acción), casi todo lo que vemos es un gigante decorado que se construyó en el Estudio 5 de Cinecittà.
El material original de “Amarcord” procede de un texto que Fellini escribió en 1966 durante una larga convalecencia: “La mia Rimini”. Son, por tanto, recuerdos de la infancia y adolescencia del director, mitificados o transfigurados por la memoria a pesar que al director le molestaba que le dijera que era una obra autobiográfica; más bien es el resultado de mezclar lo vivido con lo soñado. Los recuerdos a los que hace mención el título van mucho más allá de los confines de la realidad para sumergirnos en el universo personalísimo de Fellini.
Tras un bloque de presentación, la película se estructura mediante grandes escenas independientes entre sí. En cada una de ellas, Fellini utiliza una tonalidad distinta; pasando desde la caricatura extrema (la escuela), el tono fantástico (el Gran Hotel), el costumbrismo, la ironía crítica fascista, hasta el tono onírico del transatlántico.
Trata temas como la religión, la política, la familia o la muerte; todo bajo el prisma deformante de la cámara de Fellini en una narración circular que empieza y acaba con la llegada de la primavera.
La película le valió al director su cuarto Oscar (“La Strada” (1954), “Las noches de Cabiria” (1957) y “Ocho y medio” (1963); siendo el único director con cuatro premios a la mejor película de habla no inglesa.
Vamos a disfrutar de esta maravillosa obra maestra de un genio que sabe transformar sus recuerdos personales en un tema universal que trasciende y se hace eterno. Imprescindible.
RAPAZ