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Título original: The Wind

Año: 1928

Duración: 95 min

País: Estados Unidos

Dirección: Victor Sjöström

Guión: Frances Marion.

Fotografía: John Arnold (B&W)

Reparto: Lilian Gish, Lars Hanson, Montagu Love, Dorothy Cumming, Edwar Earle, William Orlamond, Carmencita Johnson, Leon Janney, Si Jenks, Margaret Mann, Billy Kent Schaefer.

Sinopsis: Letty,  una inocente joven de Virginia, se traslada desde el Este a las praderas de Texas, donde parece que el viento nunca deja de soplar y la arena llega a todas partes. Allí vive con unos parientes, pero, como no se siente querida, se verá abocada a un matrimonio que no desea.

RESEÑA DE LA  PELÍCULA -“LOS SONIDOS DEL SILENCIO”- Rapaz

Película dirigida en 1928 por el sueco Víctor Sjöström. Llamado a Estados Unidos por Louis B.Mayer en 1924, esta sería su sexta película dirigida en América bajo el nombre de Víctor Seastrom.

Antes de viajar a Estados Unidos, ya contaba con una prolija carrera en el cine sueco con 20 películas, en la que destaca “La carreta fantasma” (1921), que marcaría un punto de inflexión en la historia del cine por el uso de la sobreimpresión fotográfica.

El guion es de Frances Marion, una de las grandes guionistas del siglo XX (ganadora de dos Oscar en 1930 y 1932).

El director uso un grupo reducido de personajes y pocas localizaciones (7 personajes y 4 localizaciones), dotando al film de una gran fuerza visual por el dominio de los elementos y eventos de carácter simbólico (el viento como protagonista sobrenatural de la historia), el uso subjetivo de la luz y la perspectiva enfocada al interior de los personajes.

Los productores de la Metro Goldwyn Mayer censuraron y cambiaron el final trágico de la historia, de gran tradición en el cine nórdico, por el “happy ending” de Hollywood, ideado por Griffith, al entender que un final trágico podría acabar con la carrera de un actor.

La película fue posible, gracias a la iniciativa de Lilian Gish, cuando estaba a punto de abandonar la MGM. La gran actriz, musa de David Wark Griffith, nos brinda una actuación memorable; una entrega a la cámara, al director y al cine conmovedora, dejando para la historia una de sus mejores trabajos. Es sin duda gracias a ella que la cinta sea tan sólida y sin fisuras, haciéndola eterna.

Como se comenta en el prólogo, se trata de la historia de la lucha contra la poderosa y sobrecogedora naturaleza, representada por un viento hostil, feroz y perpetuo, que es a su vez una somatización externa de los terrores y represiones íntimas de la protagonista.

Con un gran trabajo visual, el director demuestra con su sensibilidad estética, que el cine mudo se resistía a desaparecer, llegando en ese momento final a sus máximas cotas expresivas, rebosante de belleza.

El caballo de los Dioses encabritado, el vendaval humano que zarandea a la chica, los montajes paralelos comparando estados anímicos de los personajes, una delicada muerte fuera de plano, el viento que no cesa, los ojos desmesurados de Lilian Gish……. Toda una colección de imágenes y sentimientos trasladados a fotogramas, que hacen de “El viento” una narración moderna, conmovedora y apabullante en el aspecto plástico.

Nos encontramos ante un film imprescindible, de visión obligada para cualquier amante del cine, una prodigiosa joya de gran riqueza visual, que tiene como colofón un doble plano final maravilloso.

RAPAZ