AXÚDAME A SENTIR
“Axúdame a sentir” me decía Obdulia con frecuencia, mi abuela materna. Fue una de tantas catedráticas sin título en esa célebre universidad de la vida. Nada hay más necesario que sentir y tampoco hay momento más adecuado para perseguir ese verbo que los tiempos en los que vivimos: las humanidades se desvanecen al tiempo que crece el binomio virtual-máquina. Las artes, en general, atendieron históricamente a nuestra necesidad de sentir. Ese lugar sin algoritmos es una casa que debemos visitar tantas veces como nos sea posible. Celebrar la no virtualidad, abrazarnos, escucharnos, beber, bailar, sentir, escribir, dibujar, cantar, soñar.
Xabier Díaz
Más de tres décadas de música
El Desfile de Estrellas del barrio coruñés de Eirís, escuchó las primeras muñeiras interpretadas por Xabier Díaz (A Coruña, 1969) con una gaita que le compró su melómano abuelo materno en el comienzo de la década de los 80. El instrumento se convirtió en un vehículo que facilitó la llegada de Xabier a Xacarandaina, Rumbadeira, y sobre todo al descubrimiento de un mundo desconocido, el de la música que aún aquella en aquella época conservaban las aldeas, el descubrimiento de la música traidional… Hoy es uno de los nombres propios de la música de raíz gallega. Formó parte del mítico y ya extinto grupo Berrogüetto entre 2008 y 2014. Paralelamente, participó con Guadi Galego, Xosé Lois Romero y Guillerme Fernández en el proyecto aCadaCanto, con el que publicaron dos discos.
Nació entonces un compromiso esencial con los instrumentos de percusión de mano, en los que se especializó y que son marca inconfundible de su obra, como es la pandereta, instrumento en el que obtuvo un gran reconocimiento y prestigio.
Se sucedieron los premios y sobre todo el más importante, el nacimiento de una nueva formación junto con las Adufeiras de Salitre con la que desde 2014 han ido dejando retrato del trabajo realizado en cuatro discos, The Tambourine Man (2015), Noró (2018), As Catedrais silenciadas (2020) y Axúdame a sentir (2024). La banda lleva una cantidad de conciertos que viaja camino de los 400 y que han dejado huella en Buenos Aires, Oslo, Lisboa, Argel, Glasgow, Madrid, Bariloche, Colonia, Londres, Gotemburgo, Rotterdam, Bruselas o Gante, por citar algunos ejemplos.
Los álbumes obtuvieron el reconocimiento de la crítica especializada y del público, con un destacado éxito de ventas y repercusión en la World Music. As Catedrais Silenciadas estuvo tres meses en el Top Ten del WMCE y ganó el Premio Martín Codax en la categoría de Música Tradicional en 2020. Siempre curioso, Xabier continua buscando nuevas formas de darle nuevas vidas a esas canciones que golpearon el pecho de aquel joven que plantó la arquitectura por el amor a la ferreña.