5
marzo
Título original: The Phantom of the Opera
Año: 1925
Duración: 106 min
País: Estados Unidos
Dirección: Rupert Julian
Guion: Elliott J. Clawson (Novela: Gaston Leroux)
Música: Película muda
Fotografía: Charles Van Enger, Virgil Miller, Milton Bridenbecker
Reparto: Lon Chaney, Mary Philbin, Norman Kerry, Snitz Edwards, Gibson Gowland, Arthur Edmund Carewe
Productora: Universal Pictures
En los sótanos de la Ópera de París vive oculto el misterioso Eric, el hombre de voz de ángel y rostro desfigurado de demonio, que acecha entre pared y pared a la hermosa soprano Christine Daeé, a la que desea catapultar hasta la cima de la fama; pero cuando se entera de que la cantante está prometida al apuesto vizconde Raoul, se vuelve loco de celos.
RESEÑA DE LA PELÍCULA – Rapaz
UNA NOCHE EN LA ÓPERA
Película dirigida por Rupert Julian(entre otros,ya que colaboraron en la dirección hasta seis directores incluído el mismo Lon Chaney) en 1925, adaptando la novela de Gaston Leroux, donde el folletín de aventuras y los amores trágicos se dan la mano.
Destaca sobremanera la poderosa interpretación de Lon Chaney, la cual no ha sido nunca superada ni tampoco la versión que nos ocupa, pues si el cine es el arte de la luz y las sombras, no hay mejor período que el cine mudo para representar a un “fantasma”.
Chaney se ganó justamente el apodo de “el hombre de las mil caras” por su talento, esfuerzo y capacidad expresiva(la cual nace de la necesidad de comunicarse con sus padres que eran sordos). Fue un especialista en personajes monstruosos(acababa de rodar “El jorobado de Nôtre Dame”),pero también fue un buen director,cantante y bailarín con grandes dotes para la comedia.
Pero sobre todo era un maestro en el maquillaje. Su método lo autodenominó como “caracterización extrema”, llegando con ello a unos extremos grotescos que le servían de base para crear sus personajes.
Con la llegada del cine sonoro se rueda una versión con sonido. Se introducen cantantes reales en la ópera y algunos actores pero Lon Chaney se niega y no participa.
Los decorados de la Ópera de Paris siguen en su sitio. Ningún set de interior ha aguantado tanto tiempo. Se dice que el fantasma de Lon Chaney y su tétrica figura provoca “accidentes” entre quien se atreve a tocar el decorado que le convirtió en un mito del cine.
La película es de una excelente factura y una lujosa puesta en escena, claramente influenciada por el expresionismo Alemán, cuya atmósfera de terror gótico crea en el espectador inquietud pero también ternura y tristeza.
RAPAZ