Teatro San Francisco
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EL HÉROE DEL RÍO

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5

marzo

Detalle:

Entrada: 4€


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Título original: Steamboat Bill, Jr.

Año: 1928

Duración: 71 min

País: Estados Unidos

Dirección: Buster Keaton, Charles Reisner

Guión: Carl Harbaugh

Fotografía: Bert Haines, Dev Jennings (B&W)

Sinopsis:

Los propietarios de dos barcos fluviales compiten por el control del transporte de mercancías por el río Misisipi. Bill Canfield (Ernest Torrence), uno de ellos, espera la llegada de su hijo Willie (Buster Keaton), que ha estado estudiando en la ciudad, para que le ayude en el negocio. Pero Willie se ha convertido en un petimetre inexperto y, además, se enamora de la hija del rival de su padre, lo que agudiza las tensiones entre los dos propietarios.

RESEÑA DE LA PELÍCULA por Rapaz

 

“PAMPLINAS Y EL TORNADO”

Película dirigida en 1928 por Buster Keaton y Charles Reisner. Fue la última película que Keaton hizo para la United Artists, trasladándose a la Metro-Goldwyn-Mayer, donde realizó un último film con su sello característico, “The cameraman”, antes de que el estudio le quitara su control creativo.

Aunque en su estreno fue un fracaso en taquilla y recibió críticas de todo tipo, con el paso de los años, “El héroe del río” se considera con toda justicia, una obra maestra de la época.

La película inspiró el corto de Walt Disney “Stemboat Willie” (1928), que se estrenó 6 meses después, y se trata del debut de Mickey Mouse.

La música que recalca perfectamente las escenas, se basa en los sonidos del “Swing”, el ”Dixieland”, y el “Jazz vintage”. A la versión original con violín, piano y percusión, le siguió otra con clarinete estrenada en 2020.

El argumento es bastante simple, siendo la enésima adaptación de la historia de Romeo y Julieta. Esto, unido a un ritmo muy moderno  para la época, hace que esta película, como todas las de Keaton, sea eterna. El film es una lección magistral de puesta en escena y de imaginación, con unos sorprendentes movimientos de cámara.

Volvemos a encontrarnos con el personaje universal que creó el director y que en España se conocía como “Pamplinas”, un tipo que se mantiene firme centro del caos, que no desfallece nunca, saliendo de todos los problemas con modales de “gentleman”.

Pero si esta película pasó a la historia del cine por la puerta grande, es por la escena del tornado. Una escena sublime y compleja, donde el violento fenómeno destruye totalmente un hospital, quedando sólo el suelo y la cama donde se encuentra nuestro héroe hasta llegar a una de las imágenes más representativas del cine mudo. La fachada entera de un edificio se precipita sobre Keaton, situado justo donde queda una ventana, salvándose por los pelos. Esta escena no tiene ningún efecto visual, solo un preciso cálculo y la sangre fría del actor para mantenerse quieto mientras le cae la casa encima. De aquí al final, la película está plagada de alucinantes efectos y gags geniales, convirtiéndola en un referente de este género tan cinematográfico como es el “slapstick”.

Disfruten de uno de los mejores cómicos de la historia del cine y su inmortal personaje, con un gran físico, su característico rostro inalterable, y  grandes dosis de inocencia y de bondad.

RAPAZ