13
abril
Título original: Fahrenheit 451
Año: 1966
Duración: 108 min
País: Reino Unido
Dirección: François Truffaut
Guión: François Truffaut, Jean-Louis Richard (Novela: Ray Bradbury)
Música: Bernard Herrmann
Fotografía: Nicolás Roeg
Reparto: Julie Christie, Oskar Werner, Cyril Cusack, Anton Diffring, Jeremy Spenser, Ann Bell, Alex Scott, Bee Duffell, Caroline Hunt, Anna Palk.
V.O.S.E.
RESEÑA DE LA PELÍCULA – RAPAZ
¿Y TÚ, QUÉ LIBRO ERES?
Película dirigida en 1966 por François Truffaut basada en la novela distópica de Ray Bradbury (“El hombre ilustrado”, ”Crónicas marcianas”) del mismo nombre de 1953, cuyo título hace referencia a la temperatura a la que arde el papel. La novela está escrita como respuesta a la censura que McCarthy ejercía sobre los libros.
La adaptación de la novela por parte de Truffaut supuso su primera película en color y en habla inglesa.
El film desde su inicio es fiel a la historia en la que se basa (en un mundo donde la lectura está prohibida, el director hace que los títulos de crédito no aparezcan por escrito sino narrados) y llena de guiños al autor (se queman ejemplares de “Crónicas marcianas” e incluso del mismo “Fahrenheit 451”) y al propio director (quema un ejemplar de la revista “Cahiers du Cinema”). El guión es del propio Truffaut y de Louis Richard (antigua pareja de Jeanne Moreau).
La película mantiene un ritmo y un rigor narrativo excelente, destacando en ella la interpretación de Julie Christie (“Doctor Zhivago”) que nos ofrece dos personajes totalmente distintos (Clarissa, una maestra con ideales opuestos a la sociedad que le ha tocado vivir, y Linda, la egoísta, conformista y hedonista esposa del protagonista Montag, uno de los bomberos que buscan libros para quemarlas al que da vida Oskar Werner). El actor ya había trabajado con Truffaut en el clásico “Jules et Jim”.
Se percibe en la obra el gran amor de Truffaut por el cine y la literatura por la manera de abordar este proyecto de ciencia ficción sin recurrir a grandes presupuestos, efectos especiales o caros decorados muy habituales en este tipo de cine; pero eso sí con un buen reparto y una magnífica dirección.
También destaca sobremanera la hipnótica y magistral banda sonora de Bernard Herrmann (músico de cabecera de Alfred Hitchcock) y la extraordinaria fotografía de Nicholas Roeg.
La película con su denuncia de ese totalitarismo analfabetizador no ha perdido fuerza con el paso del tiempo, más bien al contrario, y nos deja un poético final donde deja claro esa ansia de libertad tan inherente a la naturaleza humana.
