12
marzo
Título original: Woman on the Run
Año: 1950
Duración: 77 min
País: Estados Unidos
Dirección: Norman Foster
Guión: Norman Foster, Alan Campbell. Historia: Sylvia Tate
Música: Arthur Lange, Emil Newman
Fotografía: Hal Mohr (B&W)
Reparto: Ann Sheridan, Dennis O’Keefe, Robert Keith, John Qualen.
Sinopsis:
Frank Johnson (Ross Elliott) es testigo de un asesinato mientras pasea una noche a su perro. El inspector Ferris (Robert Keith) le pide que declare ante el gran jurado, pero Frank decide huir. Su mujer, Eleanor (Ann Sheridan), que además piensa que en realidad huye de un matrimonio fracasado, obtiene la ayuda de un periodista, Danny Leggett (Dennis O’Keefe), para localizar a su marido. Pero ellos no son los únicos que le están buscando…
RESEÑA DE LA PELÍCULA por Rapaz
“ÚNICO TESTIGO”
Película dirigida en 1950 por Norman Foster, autor de, entre otras obras, “Sangre en las manos” o “Estambul”, película que empezó a rodar Orson Welles.
“La fugitiva” es una película de bajo presupuesto, lo que se llamaba entonces serie B, rodada en San Francisco y en el Ocean Park Pier de Santa Mónica en California.
Se trata de una historia de corte policial con apuntes melodramáticos, en la que destaca el trabajo en la creación de personajes y sus cuidados diálogos. El guion es del mismo Foster junto a Alan Campbell (“Ha nacido una estrella”,1937).
El film recaudó 5 millones de dólares de la época, lo que la convierte en una de las películas más taquilleras de entonces, costando solamente 1,5 millones a la productora “Fidelity Pictures Corporation”.
La historia está recalcada magníficamente por Arthur Lange, Emil Newman y su equipo de músicos, creadores de la banda sonora, como también por la gran dirección de fotografía de Hal Mohr.
En el apartado de los actores cabe decir que tanto los protagonistas como los secundarios realizan un trabajo excelente, donde destacan una formidable Ann Sheridan, bordando la figura de la “femme fatale” y Dennis O’Keefe.
El director nos deleita con una gran obra donde destaco un par de escenas brillantísimas: la inicial, en la que la profundidad de campo se emplea de una forma magistral usando un gran juego de luces y sombras, y la que cierra el film en el parque de atracciones de Long Island, un alarde de planificación y de sincronización del ritmo, que nos recuerda a las mejores obras del cine expresionista alemán.
Les invitamos a disfrutar de esta joya perdida del cine de serie B, una obra maestra que envuelve al espectador desde el principio, con una trama llena de giros, sorpresas e intriga, donde también se intercalan elementos de comedia y melodrama.
RAPAZ