8
noviembre
Título original: Los olvidados
Año: 1950
Duración: 88 min
País: México
Dirección: Luis Buñuel
Guión: Luis Buñuel, Luis Alcoriza
Música: Gustavo Pitaluga, Rodolfo Halffter
Fotografía: Gabriel Figueroa (B&W)
Reparto: Estela Inda, Miguel Inclán, Alfonso Mejía, Roberto Cobo, Alma Delia Fuentes, Francisco Jambrina, Sergio Virel, Jorge Pérez Martínez.
Sinopsis: El Jaibo es un adolescente que escapa de un correccional y se reúne en el barrio con sus amigos. Unos días después, el Jaibo mata, en presencia de su amigo Pedro, al muchacho que supuestamente tuvo la culpa de que lo enviaran al reformatorio. A partir de entonces, los destinos de Pedro y el Jaibo estarán trágicamente unidos.
RESEÑA DE LA PELÍCULA – “ANGELES CON CARAS SUCIAS” (RAPAZ)
Película dirigida en 1950 por Luis Buñuel. Es el tercer film de Buñuel en su etapa mejicana (1946/55), y está basada en un trabajo previo de documentación en los suburbios de México D.F. Se rueda en escenarios naturales y en los estudios Tepeyac, y producida por Óscar Dancigers.
El director nos muestra un impresionante retrato de la desesperación y la miseria, a través de su mirada única e irrepetible. La sensación de agobio y desasosiego es palpable ya desde la primera toma, donde nos sitúa en un barrio marginal repleto de pobreza y desencanto.
La película bebe claramente de las fuentes del neorrealismo italiano, pero con toques de un surrealismo típico de las obras de Buñuel.
El ciego “aficionado” a las niñas, la abundancia de gallos y gallinas (una obsesión irracional reconocida por el director), el fetichismo (el erotismo de mujeres bañándose las piernas y los pies), el fantasmagórico sueño o el perro como la visión que trae la muerte, son sin duda, esos toques “buñuelianos” dentro de una película descarnadamente realista.
En el guión colaboró Max Aub, aunque en los títulos sólo aparezca Alcoriza, y Dancigers adaptó los diálogos al lenguaje de la calle en México. Refuerza el relato, una banda sonora potente y vibrante, compuesta por Rodolfo Halffter a partir de temas de Gustavo Pittaluga y una excelente fotografía en blanco y negro de Gabriel Figueroa (“La noche de la iguana”, J. Huston,1964).
La película fue rechazada en un principio en Ciudad de México y no alcanzó a estar más de tres semanas en cartel por esa visión tan descarnada de las zonas pobres de la gran urbe.
Aún así, la película recibe ese mismo año el premio a la mejor dirección en el festival de Cannes.
De visión obligada, vamos a disfrutar de la que es para mí, una de las tres mejores películas del maestro de Calanda junto con “El ángel exterminador” y “Viridiana”. Una obra maestra, emocionante, conmovedora e imprescindible.