3
marzo
Título original: Robin Hood
Año: 1922
Duración: 143 min
País: Estados Unidos
Dirección: Allan Dwan
Reparto: Douglas Fairbanks, Wallace Beery, Sam De Grasse, Enid Bennett, Paul Dickey, William Lowery, Roy Coulson, Billie Bennett, Merrill McCormick, Wilson Benge, Willard Louis, Alan Hale, Bud Geary, Lloyd Talman
V.O.S.E.
ARGUMENTO
Tras abrirse la película con los versos: “So fleet the works of men / Back to their earth again / Ancient and holy things / Fade like a dream” (“Rápidas fueron las obras de los hombres. Volvieron de nuevo a su tierra y lo antiguo y lo sagrado… se desvaneció como un sueño”), vemos como, en plena Edad Media, el Rey Ricardo I Corazón de León decide irse a participar en las Cruzadas y ponerse al frente de su ejército. Con él marcha el caballero Huntingdon, que deja atrás a su amada, Lady Marian. Al frente del reino deja el rey a su hermano menor Juan sin Tierra, que se apodera del trono. Muy pronto, el hace que la idílica Inglaterra se convierta en un lugar cruel y brutal, sumido en las tinieblas. Avisado por su amada, Huntingdon regresa desde Francia, donde acampan las tropas reales, a su patria. Pero ante la situación que encuentra, y creyendo que Lady Marian se ha suicidado arrojándose por un precipicio al huir de los guardias y del ejército del príncipe Juan, se une a los que, quieren derrocar al malvado tirano amenazador, se refugian en el Bosque de Sherwood, convirtiéndose en su líder llamándose Robin Hood. Ricardo logra salvar la vida de un intento de asesinato cometido por el traidor Guy de Gisbourne y regresa a Inglaterra. Se une a la banda de Robin, y juntos consiguen vencer al príncipe Juan, y lo arrestan. Finalmente, Robin se reencuentra con Lady Marian, quien en realidad se había ocultado en un convento y contraen matrimonio.
RESEÑA DE LA PELÍCULA “ROBIN Y MARIAN” (El rapaz)
Clásico del cine de aventuras dirigido por Allan Dwan en 1922 y protagonizado por el gran Douglas Fairbanks ambientado en la Inglaterra del rey Ricardo Corazón de León.
La producción y el guión son propios de Fairbanks (bajo el pseudónimo de “Elton Thomas”) que ya venía de realizar otros grandes éxitos como “La marca del zorro” y “Los tres mosqueteros”.
De todas las adaptaciones quizá sea la que tiene mayor rigor histórico en su dirección artística y un guión más elaborado. El desmesurado presupuesto (dos millones de euros de la época) fue destinado a la construcción del mayor decorado hecho en Hollywood para una película de cine mudo. Se construyó un castillo y un pueblo (Nottingham) entero en los estudios Pickford-Fairbanks en el que participaron más de cien carpinteros. Los decorados fueron diseñados por Lloyd Wright (hijo del célebre arquitecto Frank Lloyd Wright), todo ello bajo la dirección artística de Wilfred Buckland.
Douglas Fairbanks está fantástico en ese rol de pícaro aventurero que encarnaba con naturalidad, vitalidad y optimismo ofreciéndonos espectaculares movimientos acróbatas (magnífico su descenso por un enorme tapiz rasgándolo con un cuchillo, la escalada por la cadena del portalón del castillo o su sorprendente salto a la enredadera del castillo).
A destacar también el magnífico elenco de secundarios como Enid Bennett, Sam de Grasse, Paul Dickey, Allan Hale y sobre todo al oscarizado (“Campeón”) Wallace Beery en el papel del rey Ricardo. A todo ello se suma el brillante vestuario diseñado por Mitchell Leisen (posterior director de prestígio).
Aunque no es la primera vez que aparece en el cine el personaje de Robin Hood, sí es esta la que influye definitivamente en las posteriores adaptaciones tanto formal como estéticamente. Destacó entre todas “Robin de los bosques” de Michael Curtiz (1938) y “Robin y Marian” de Richard Lester (1976).
Disfrutemos de este espectáculo brillante y divertido en el que no faltan las traiciones, los lances amorosos, elementos con tintes bizarros y todo ello salpicado con grandes dosis de sentido del humor. Cine con mayúsculas.
RAPAZ