18
abril
Título original: Sleuth
Año: 1972
Duración: 138 min
País: Reino Unido
Dirección: Joseph L. Mankiewicz
Guion: Anthony Shaffer. Teatro: Anthony Shaffer
Música: John Addison
Fotografía: Oswald Morris
Reparto: Laurence Olivier, Michael Caine, Alec Cawthorne, John Matthews, Eve Channing, Teddy Martin
Sinopsis: Andrew Wyke (Laurence Olivier) es un prestigioso escritor de novelas de intriga. Además, su pasión por los juegos de ingenio y las adivinanzas lo ha llevado a convertir su gran mansión en una especie de museo, donde se exponen los juguetes y mecanismos más extravagantes. Una tarde, invita a su casa a Milo Tindle (Michael Caine), amante de su mujer y propietario de una cadena de salones de belleza, para proponerle un ingenioso plan del que ambos podrían salir beneficiados.
RESEÑA DE LA PELÍCULA (RAPAZ)
“THE GAME”
Película dirigida en 1972 por Joseph L. Mankiewicz. Fue la película que puso broche de oro a su trayectoria. Hacía diez años del descalabro de “Cleopatra”, film que estuvo a punto de hundir su carrera y arruinar a la Fox por su alto coste. El director de obras maestras como, “Eva al desnudo” (1950), “Julio Cesar” (1953), “Carta a tres esposas” (1949), o “La condesa descalza” (1954), en esta ocasión adapta la obra teatral “Frenesí” de Anthony Shaffer.
Dos protagonistas, casi un único escenario y un juego macabro, son los elementos básicos de este thriller psicológico, que le sirven al director para llevar a la gran pantalla algunos de los temas recurrentes de su filmografía, como la ambición, la lucha entre lo nuevo y lo viejo, o la manipulación. Mankiewicz logra una puesta en escena magistral, logrando transformar la procedencia teatral de la obra en otra totalmente cinematográfica.
Los movimientos elegantes de la cámara y un gran aprovechamiento del escenario (una lujosa mansión), hacen que el espectador se sumerja en este “juego” durante toda la película sin pestañear. Los diálogos están adaptados por el propio Shaffer, dotando al film de un gran ritmo. Y nadie mejor que Mankiewicz para aprovecharlo, pues en sus películas siempre tienen una importancia vital.
“La huella” seguramente no sería tan redonda sin sus dos protagonistas, los geniales Laurence Oliver y Michael Caine, perfectos en sus papeles. Oliver en su madurez como actor, proporciona a su personaje la típica ironía inglesa y también cierta maldad, y Michael Caine, todavía un actor joven no desmerece nada a su lado, compenetrándose a la perfección y creando una química entre ambos por lo que no podría existir uno sin el otro. Entre los dos forman un fascinante artefacto lúdico, empleando el pasatiempo como forma de existencia y método de venganza-humillación.
La película estuvo nominada a cuatro premios Oscar (director, actor principal por partida doble para Caine y Oliver y música), aunque no ganó ninguno pues tuvo la mala suerte de coincidir en el año con “El padrino” de Coppola y “Cabaret” de Bob Fosse. El film tuvo un remake dirigido por Kenneth Branagh en 2007, muy inferior al original.
Como decían en el “Un, dos, tres”, hasta aquí puedo leer (en este caso escribir), pues entraría en el terreno del spoiler, y prefiero que sea el espectador que la disfrute por primera vez, el que se sorprenda con los giros de guion y las sorpresas que encierra este film.
Vamos a disfrutar de una obra maestra, con un guion impecable, un climax sensacional, una puesta en escena muy inteligente y sobre todo unas interpretaciones magistrales.